El Boeing 777-200 alcanzó una velocidad de 1.200 km/h al atrapar vientos de más de 320 km/h. Para romper la barrera del sonido, un avión debe viajar a una velocidad de 1.220 km/h.
Alastair Rosenschein, expiloto de British Airways, comparó con el surf la situación en la que una aeronave queda atrapada en una corriente en chorro. "Es como el surf. Es extraordinario lo rápido que puede ir un avión", dijo Rosenschein.
Según 'The Independent', el tiempo total de vuelo fue de cinco horas y 16 minutos, considerablemente por debajo de la duración habitual de seis horas.