Según estimaciones actualizadas, unos 20.000 combatientes de todo el mundo se han ido a Siria e Irak a luchar junto con el Estado Islámico u otros grupos extremistas, según han comunicado los oficiales de inteligencia de EE.UU., informa AP. Se estima que unas 3.400 personas de esas 20.000 provienen de países occidentales.
Los oficiales estadounidenses se muestran preocupados de que algunos de esos combatientes extranjeros, provenientes de más de 90 países, vuelvan a sus países de origen para organizar ataques terroristas.