Al menos 21 agentes de la Policía afgana han muerto y otros 8 han resultado heridos en un ataque de un grupo de insurgentes a su cuartel en la ciudad de Pul-i-Alam, capital provincial situada a unos 80 kilómetros al sudeste de Kabul.
Uno de los insurgentes perpetró el atentado suicida a las puertas de las instalaciones policiales con objeto de facilitar el paso a otros tres extremistas. Posteriormente todos ellos morirían en el tiroteo.
Según informa el periódico 'The Globe and Mail', el movimiento talibán ya ha asumido la responsabilidad del ataque.