Después de varias horas de búsqueda, las autoridades de Tanzania han informado del hallazgo del cuerpo sin vida y mutilado de un bebé de 18 meses que había sido secuestrado de su casa natal, donde los delincuentes apuñalaron a su madre. El cadáver, que tenía todas las extremidades amputadas, fue hallado a varios kilómetros de la aldea donde vivía la familia.
La Policía ha detenido a dos personas por presunta implicación en el abominable e inhumano delito. Según el diario 'Le Monde', la única explicación plausible es el color de piel del pequeño, que era un africano albino.
Según los datos oficiales, al menos 74 niños albinos han perdido la vida en Tanzania en lo que va de siglo a manos de criminales que comercializan partes de sus cuerpos, especialmente demandadas para rituales de brujería.