Desde el inicio de la guerra civil en Siria en 2011, la cantidad de víctimas mortales superó las 215.000 personas. Asimismo, más de 1.5 millones resultaron gravemente heridas, ha informado este domingo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Entre los fallecidos, más de 10.000 eran niños, la mitad de los cuales murió desde principios de febrero de 2015.