Un hombre de Carolina del Norte se ha declarado culpable de encadenar a un niño de 11 años por el tobillo en la terraza de su casa y atarle un pollo muerto alrededor del cuello como castigo.
El niño se encontraba bajo la custodia de la pareja del acusado, que podría ser condenado a 21 años de prisión. La mujer ha sido declarada inocente en este caso, informa 'New York Daily News'.