Un Tribunal de Distrito de EE.UU. ha sentenciado a Nicholas Slatten a cadena perpetua al haberlo reconozido culpable de una masacre realizada en la capital iraquí Baghdad en 2007, informa Reuters.
Nicholas Slatten, junto con otros exguardias, estaba a cargo de proveer seguridad a un convoy diplomático estadounidense, cuando el día 16 de septiembre de 2007 abrió fuego, matando a 14 civiles desarmados.