Los rusos perciben el próximo Día de la Victoria como una fiesta nacional interna y no se molestan por la ausencia en las celebraciones de líderes occidentales como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dice el último sondeo de opinión llevado a cabo el centro ruso de opinión pública VTsIOM.
Los encuestados dijeron que, en su opinión, las autoridades organizan el desfile del 9 de mayo, ante todo, para los veteranos de guerra; en segundo lugar, para la generación más joven y el resto de rusos; y solo en menor medida, para los invitados extranjeros de alto rango. La mayoría de los rusos comparten la opinión de que el objetivo principal del desfile del Día de la Victoria es preservar la memoria y las tradiciones históricas, y no demostrar el poderío militar.