Defensores de derechos humanos litigarán con la Policía Militarizada de Río de Janeiro, que impidió el acceso a las playas a alrededor de 160 menores de edad procedentes de barrios pobres, informa EFE.
Durante la operación llevada a cabo el fin de semana pasada, la policía paraba en un túnel a los autobuses municipales que se dirigían de estos barrios hacia la playa de Copacabana y detenía a los jóvenes, principalmente a los ciudadanos negros. Según el gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, de esta manera las autoridades buscaban prevenir robos en la playa, informa la agencia.