Este sábado, el papa Francisco llegó al aeropuerto de Filadelfia para la última etapa de su gira de seis días por Estados Unidos. Cuando era trasladado fuera del aeropuerto en un auto, el pontífice pidió a su chofer detener el vehículo para bendecir a Michael Keating, de 10 años, quien sufre de parálisis cerebral.
El papa bajó del auto, se acercó a la barrera de contención donde se encontraban los devotos y bendijo y besó al niño. "Cuando el papa retiró su mano, Michael tenía una especie de sonrisa en el rostro. Para mí, en ese momento debe haber sentido esa bendición", comentó Kristin Keating, madre de Michael. La mujer no pudo entender las palabras del papa, ya que no habló en inglés, pero quedó conmovida y agradeció al pontífice sollozando.