Las tensiones crecen nuevamente entre las dos Coreas. Tras la prueba de una bomba de hidrógeno realizada por Pionyang el 6 de enero, las autoridades de Seúl decidieron reanudar la difusión de propaganda a lo largo de la frontera con su vecino.
En respuesta a esa medida Corea del Norte inició la difusión de mensajes antisurcoreanos a través de altavoces. Además, el Ministerio de Defensa surcoreano denuncia que al territorio del país llegan diariamente globos con folletos propagandísticos, comunica 'The Guardian'.