Al menos 3.100 toneladas de residuos radictivos que no han sido registrados adecuadamente se han acumulado en diversos puntos del centro y nordeste de Japón, informa la cadena nipona NHK. Los datos proceden de las prefecturas de Ibaraki, Iwate, Miyagi, Saitama, Chiba, Tokio y Fukushima.
Se trata del suelo radiactivo y otros residuos infectados que se acumularon tras los trabajos posteriores a la tragedia de la central de Fukushima, que fue provocada por un terremoto y un tsunami posterior en marzo de 2011. El nivel de radiación en las instalaciones de almacenamiento supera los 8.000 becquereles. La mayoría de los residuos se encuentra en la ciudad de Kurihara, en la prefectura de Miyagi.