Atenas ha condenado el "uso excesivo de la fuerza" contra los refugiados por parte de las autoridades de Macedonia. La Policía del pequeño país eslavo abrió fuego con balas de goma y disparó gases lacrimógenos contra una muchedumbre que intentaba derribar la valla metálica y lanzó piedras contra los agentes en la frontera macedona con Grecia.
En consecuencia, unas 260 personas recibieron tratamiento médico en el paso fronterizo de Idomeni este domingo. La mayoría de los heridos fueron atendidos por problemas respiratorios y unos 30 por impacto de balas de goma, informa el diario turco 'Hurriyet Daily News'.