Además de ordenar destruir los receptores de TV vía satélite, el grupo terrorista el Estado Islámico ha prohibido la reparación, venta y compra de televisores y receptores de programas televisivos por satélite en los territorios que controla en Siria e Irak, según el tabloide británico Mirror.
Los cabecillas del EI esgrimen que las antenas parabólicas permiten que la propaganda enemiga entre en su 'califato' y acusan a los canales enemigos de "destruir sus creencias y contaminar su ética".
En uno de sus videos, los terroristas insisten que sus enemigos están "librando una guerra mediática contra el Estado Islámico que no es menos peligrosa que la campaña militar".