La Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de EE.UU. ha pedido este viernes a los usuarios del nuevo teléfono inteligente de Samsung, el Galaxy Note 7, que dejen de usarlo de manera inmediata por motivos de seguridad, después de que en los últimos días estallaran las baterías defectuosas de algunos dispositivos, informa AP. En una de los incidentes más sonados, la explosión hizo arder a un todoterreno en EE.UU., según lo denunció su propietario.
Además, la Administración Federal de Aviación estadounidense advirtió a los pasajeros que se abstengan de cargar los Samsung Galaxy Note 7 a bordo de aviones y recomendó que no los guarden en el equipaje de mano. El defecto convierte a los móviles de este modelo en dispositivos especialmente peligrosos a bordo de aeronaves, ya que las baterías de iones de litio (Li-Ion) pueden explotar.
El pasado 2 de septiembre, Samsung reconoció que existe un problema con las baterías y anunció la retirada de todos los dispositivos a nivel global, suspendiendo su venta y ofreciendo a los usuarios la sustitución inmediata de los móviles defectuosos. El único país no afectado es China, donde se venden aparatos con batería elaborada por un productor distinto.