La fiscalía de Egipto ordenó congelar los activos de 14 líderes islamistas del país: nueve altos cargos de los Hermanos Musulmanes, incluyendo los del líder del movimiento, Muhammad Badie, y cinco activistas de otras agrupaciones islamistas.
La congelación de los activos se produjo en el marco de la investigación penal respecto a las personas sospechosas de incitar a la violencia en el país.