Las autoridades de Guinea han enviado tropas a la ciudad de Nzerekoré y a sus alrededores, en el sureste del país, para poner fin a los tres días de violencia étnica que han costado la vida al menos a 54 personas.
La zona del conflicto, cerca de la frontera con Costa de Marfil, ha sido escenario de violentos enfrentamientos entre comunidades rivales después de que un hombre acusado de ladrón fuera linchado el pasado domingo.
El portavoz del Gobierno, Damantang Albert Camara, dijo que unas 50 personas han sido detenidas.