Este miércoles varios hombre no identificados irrumpieron en el piso donde el periodista sirio Mohammed Darrar Jammo vivía con su esposa libanesa y lo mataron a tiros, disparándole unas 30 balas. El atentado se produjo en el sur del Líbano, en la ciudad Sarafand, que se encuentra en la región controlada por el movimiento Hezbolá.
Jammo, de 44 años, era un periodista y comentarista político conocido como por su afinidad con el presidente sirio Bashar Al-Assad y el movimiento Hezbolá. En sus reportajes televisivos mostraba un fuerte apoyo la respuesta armada del Gobierno ante los ataques de los insurgentes y en al menos uno de sus materiales tachó a los opositores de “traidores”.
Solo durante el último año de guerra en Siria han sido asesinados 41 periodistas, según datos de la ONU. Más de 600 periodistas han perdido sus vidas durante la última década en diferentes partes del mundo.