La operadora japonesa de energía TEPCO, ha admitido por vez primera desde el desastre de marzo del 2011 que los reactores de la accidentada central de Fukushima-1 están filtrando agua contaminada directamente al Océano Pacífico.
Anteriormente la compañía negó el derrame directo de agua radioactiva, pese a haber registrado en varias ocasiones altas concentraciones de isotopos peligrosos de cesio y otros metales pesados en el mar. El caso más reciente en el que la contaminación era cinco veces mayor que la admitida por las normas sanitarias fue revelado el pasado 11 de julio.
"Ahora creemos que el agua contaminada ha fluido al mar", indicó el portavoz de la operadora, Masayuki Ono, en una rueda de prensa celebrada este lunes.