La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, urgió este jueves al Gobierno israelí a reconsiderar una proposición de ley que pretende regular las viviendas de la minoría de los árabes beduinos en el desierto del Néguev y que podría forzar el desplazamiento de miles de ellos.
"La adopción de esta ley podría resultar en la demolición de hasta 35 poblados de esta minoría y provocar el desplazamiento forzoso de unos 30.000 o 40.000 beduinos de sus casas y territorios ancestrales", explicó Pillay en una nota de prensa.
Asimismo, lamentó que el Gobierno israelí continúe la política discriminatoria de desplazamientos forzados contra sus propios ciudadanos árabes a pesar de la preocupación que mostró al respecto en su visita al país hace dos años.