El principal implicado en la tragedia del Alvia siniestrado en las cercanías de Santiago de Compostela (España) el pasado 24 de julio, el maquinista Francisco José Garzón Amo, aceptó ante las autoridades judiciales que la fatídica noche se despistó hasta el punto de no saber dónde se encontraba.
El conductor del convoy en el que hasta el momento perdieron la vida 79 personas reconoció durante las primeras pesquisas que excedió el doble de la velocidad permitida y fue acusado por delito de homicidio por imprudencia. Posteriormente fue dejado en libertad con cargos.