El Senado de EE.UU. aprobó hoy a Samantha Power como la representante permanente del país ante las Naciones Unidas. Esa política "increíblemente competente", según las autoridades estadounidenses se hizo famosa tras unas polémicas declaraciones en las que prometió luchar contra "la represión" en Cuba y Venezuela una vez que fuera confirmada en el alto cargo.
En ese momento Venezuela reaccionó de inmediato. La Cancillería venezolana indicó que tras el respaldo dado por el Departamento de Estado de EE.UU. a "la agenda injerencista" de Power, "la República Bolivariana de Venezuela daba por terminados los procesos iniciados en las conversaciones de Guatemala".