Las fuerzas de seguridad de Pakistán se incautaron en la ciudad de Quetta de 100 toneladas de explosivos y otras sustancias que se usan para montar bombas.
Dentro de la misma incursión fueron detenidas 10 personas presuntamente implicadas en la realización de ataques terroristas.
Según señaló el coronel de seguridad Maqbool Shah, los principales componentes del cargamento eran idénticos que los usados en un doble atentado perpetrado en esa misma ciudad pakistaní a comienzos de año, que se saldó con más de 120 muertos.