Bradley Manning, el soldado estadounidense condenado a 35 años en prisión por filtrar información secreta, ha regresado a la prisión de la base militar Fort Leavenworth en el estado de Kansas para cumplir su pena, según informó el Ejército.
Comentando la declaración de Manning de que quiere convertirse en una mujer, el portavoz George Marcec dijo que no se le proporcionará tratamiento hormonal en la instalación, “ni se le permitirá llevar sostenes (sujetadores) o pelucas en esa cárcel masculina”.
Agregó que las reglas de la prisión permiten aislar a los presos si están en peligro o lo representan para otros.