No obstante, Picardo se mostró inflexible respecto a los bloques de hormigón que Gibraltar lanzó hace semanas al mar y que concentran gran parte de la irritación española. "Hemos determinado que no hay que mover los bloques porque no estamos haciendo algo que afecte realmente a la capacidad de estos pescadores para faenar", sostiene.
Respecto a los controles aduaneros españoles en la frontera, Picardo se muestra muy crítico: "Lo razonable y civilizado es resolver los conflictos en los tribunales y no tener a un anciano 8 horas en una cola".