En el aeropuerto neoyorquino John Fitzgerald Kennedy (JFK) fue arrestado un hombre, procedente de París, que llevaba uranio escondido en sus zapatos.
Patrick Campbell, de 33 años de edad, fue acusado de planear servir como intermediario para la venta de 1.000 toneladas de uranio purificado a Irán. El caso fue transferido a la justicia federal del sur de Florida, en Fort Lauderdal.
Las Fuerzas de seguridad de EE.UU. estaban vigilando a Campbell desde el mayo de 2012, cuando respondió a un anuncio en Internet para la compra de uranio destinado a Irán, sin saber que el responsable de su publicación era un agente estadounidense.