De acuerdo con la fiscalía, que pedía 20 años de prisión, el acusado, de 37 años de edad y apellidado Hasanoff, prestó apoyo económico y material a Al Qaeda y vigiló la actividad de Wall Street durante el año 2008. Tras esta supervisión, Hasanoff envío un informe a una dirección virtual en Yemen y adquirió una serie de equipos explosivos, incluido un artefacto capaz de detonar bombas por control remoto.
La Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) llegó hasta el sospechoso, detenido en 2010, mientras vigilaba a un "conocido extremista de Yemen", según reveló la propia agencia.