La agencia gubernamental canadiense que vigiló al Ministerio de Minas y Energía de Brasil mantenía reuniones secretas con empresas del sector energético en Ottawa para transmitirles la información obtenida, informa 'The Guardian'.
Desde 2005 estos encuentros se realizaban dos veces al año y contaban con la participación de las agencias federales de espionaje y de Policía, así como con representantes de decenas de empresas energéticas. Oficialmente, se celebraban para tratar temas como las "amenazas" a la infraestructura energética, "iniciativas de seguridad cibernética" o "espionaje económico e industrial".