Los condenados, entre ellos una mujer, estuvieron implicados "en crímenes terroristas que causaron la muerte de varias decenas de ciudadanos inocentes, y en delitos para desestabilizar al país y propagar la anarquía y el terror entre la población", según el comunicado del ministro.
Esto ha aumentado a 132 el número de ejecutados este año en Irak.
La ONU, Amnistía Internacional y otras ONG han expresado su "alarma" por el aumento de las ejecuciones en Irak, y pidieron a las autoridades que cambien las condenas a muerte por penas de cárcel o que declaren una moratoria.