El famoso reloj de pie Ohio, que se encuentra en el Congreso de EE.UU., se ha convertido en otra víctima de la crisis fiscal del país. Las flechas del reloj se detuvieron y nadie puede reparar el viejo mecanismo ya que el personal de la oficina fue enviado de vacaciones sin sueldo junto con otros miles de funcionarios.
El reloj Ohio, de tres metros de altura, es ampliamente conocido en Washington porque los senadores estadounidenses tradicionalmente dan sus conferencias de prensa junto a este cronómetro. El reloj está en el pasillo cerca de una de las entradas a la sala de la Cámara Alta del Congreso. El relojero de Filadelfia Thomas Voigt fue el encargado de fabricarlo hace casi dos siglos. Primeramente fue instalado en el antiguo edificio del Senado y desde 1859 tiene su actual ubicación.