En Estados Unidos un experimento con nuevos componentes más baratos para la inyección letal usada en la ejecución de la pena capital llevó a la agonia prolongada del condenado, informa la web ´The Times ´. William Happ, sentenciado a la pena de muerte en 1989, estuvo conciente agonizando durante 15 minutos.
No obstante, las autoridades del centro penitenciario en Florida donde tuvo lugar la incidencia llegaron a la conclusión de que el ejecutado no sufrió durante su agonía y afirmaron que el experimento con midazolam como sustituto de fármacos más costosos fue un éxito.