El Gobierno británico concluyó que por razones económicas no puede permitirse desarrollar proyectos de energía verde, por lo que decidió aprobar la construcción de una planta de energía nuclear, que será la primera en los últimos 18 años.
La central nuclear que se ubicará en el sureste del país será construida por la empresa francesa de energía eléctrica EDF, que trabajará en cooperación con empresas chinas de energía, los inversionistas del proyecto. La planta nuclear Hinkley Point se diseñará para suministrar energía a varios millones de británicos a lo largo de 60 años.