Las competencias del director de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, según sus siglas en inglés) podrán ser limitadas en un futuro próximo, ya que los militares superiores de EE.UU. estudian la posibilidad de arrebatarle el mando sobre el Cibercomando de EE.UU., según informa el diario ‘The Hill’, citando a un ex funcionario estadounidense de alto rango familiarizado con el tema.
El actual jefe de la NSA, el general Keith Alexander, que encabeza tanto la NSA como el Cibercomando, planea abandonar su cargo esta primavera. A pesar de que todavía no existe una decisión formal sobre este asunto, el Pentágono ya ha elaborado una lista de posibles candidatos civiles para dirigir la NSA. Otro militar oficial encabezará el Cibercomando, un equipo de ‘hackers’ militares que protege los sistemas informáticos estadounidenses contra los ciberataques.
El hecho de que el Gobierno esté considerando la posibilidad de dividir los comandos no es una respuesta directa a las revelaciones sobre la vigilancia de la NSA, pero refleja la creciente preocupación por el poder del director de la NSA y la falta de control de su posición.