El balance de víctimas mortales por el paso del tifón Haiyan por Filipinas se sitúa en torno a las 2.000-2.500 personas y no a las 10.000 que las autoridades de una de las regiones del país llegaron a dar en plena tormenta. Así lo afirmó el presidente filipino, Benigno Aquino, en una entrevista concedida a la cadena CNN.
"La cifra que tengo ahora mismo es de unos 2.000 (fallecidos), pero podría aumentar –dijo–. Creo que 10.000 son demasiados. Hubo un drama emocional que intervino en esa estimación particular". Al mismo tiempo el mandatario admitió que todavía hay 29 comunidades incomunicadas que no han avisado sobre sus pérdidas a las autoridades centrales.