Una pareja de los Estados Unidos ha creado un servicio llamado "i married me" ("me casé conmigo"), mediante el cual una persona puede casarse consigo misma.
El cliente paga un máximo de 300 dólares y recibe una caja de regalo con un anillo de oro o plata.
Jeffrey Levine y Bonnie Powers ya han organizado cerca de 250 bodas de ese tipo, a pesar de que estos rituales
no tienen ninguna base legal.