A pesar de los ambiciosos planes, no hay registros de los diálogos del presidente. La única evidencia de que los intentos tuvieron éxito es una grabación de 40 segundos de una llamada al jefe de Estado. Sin embargo, la conversación fue demasiado breve para que las agencias de inteligencia fueran capaces de extraer información.
Indonesia ha respondido con la retirada de su embajador de Australia.