Según el hijo del diseñador, Kaláshnikov sigue en el hospital. Su condición es estable, y allí está siendo sometido a actividades de diagnóstico y tratamiento necesarios. El armero, que acaba de cumplir 94 años, sufre problemas cardiacos. En verano de este año fue sometido a una operación para implantarle un marcapasos. De momento, los médicos se abstienen de dar pronósticos sobre el estado de salud de Kaláshnikov.