Un presidiario escapó de una cárcel de Suecia para acudir al odontólogo porque no soportaba el dolor que le causaba una muela inflamada. Sin embargo, luego de que el médico le extrajera el diente, el reo regresó a la prisión, informan medios locales.
"Tenía toda la cara inflamada y ya no podía aguantar más. Cuando empezó a dolerme la muela avisé al personal de que necesitaba atención médica, pero los días pasaron y no me dieron ninguna respuesta. Los gastos del tratamiento voy a pagarlos", confesó el fugitivo, de 51 años de edad.
El curioso incidente ocurrió en la localidad de Vänersborg, donde luego de recibir atención médica el recluso se dirigió a una comisaría para que lo llevaran de vuelta a la cárcel.