El proyecto presupone la restricción de publicidad de los juegos de ordenador. Además el 1% de los ingresos de la industria se pretende dirigir a la construcción de centros de tratamiento de adicción a los videojuegos. El Gobierno prestó atención al problema cuando una encuesta del año 2011 mostró que el 2% de los adolescentes coreanos (125.000 personas) es adicto a esta forma de entretenimiento.
La iniciativa se enfrenta a las protestas de los representantes del sector de los juegos de ordenador, que aseguran que la aprobación del proyecto de ley provocará la caída de la industria.