Sin embargo, el magistrado no ordenó que EE.UU. ponga fin a su vigilancia, tal como solicitó el propio Dotcom, porque cree que deben presentarse pruebas de que EE.UU. está involucrado. Dotcom se enfrenta a la extradición a EE.UU. desde Nueva Zelanda por cargos de conspiración criminal de derechos de autor.