Mamoru Demizu, de 48 años, robaba para comprar comida para su gato. El japonés también alimentaba a decenas de gatos callejeros. Lo más curioso es que el japonés no alimentaba a los animales con el típico pienso para felinos, sino que les compraba la comida más cara y deliciosa, como pescado fresco y pollo.
Este hombre desempleado irrumpía en las casas y robaba dinero, joyas y otros objetos de valor. En total, Demizu logró robar 32 casas y la cantidad robada asciende a 185.000 dólares. En una entrevista el hombre confesó que le impulsó el amor hacia su gato que, según el japonés, le hace feliz.