Este domingo miles de inmigrantes ilegales procedentes de África se reunieron en el centro de Tel Aviv para manifestarse contra la política de las autoridades israelíes, que se niegan a concederles el estatuto de refugiado.
Israel ha tomado fuertes medidas para desalojar del país a los inmigrantes ilegales. En particular, se crearon campamentos para inmigrantes ilegales, se reforzó el control a la hora de emplear a indocumentados y se les ha prohibido la transferencia de dinero de Israel a su casa.
La protesta de los inmigrantes ilegales, la mayoría de los cuales llegó a Israel desde Sudán y Eritrea, está programada para tres días.