La Corte Suprema de Chile archivó definitivamente la investigación sobre la muerte del presidente Salvador Allende. Ha ratificado que el mandatario se quitó la vida por su voluntad propia durante el asalto de las tropas golpistas al palacio de La Moneda el 11 de septiembre de 1973.
El dictamen de la Corte Suprema corrobora los fallos de la primera y la segunda instancia en lo que se refiere a la no intervención de terceros en la muerte del mandatario socialista. Confirma que "no hay ningún testigo que pueda avalar la tesis del enfrentamiento".
Mientras el palacio ardía tras un bombardeo, reza el documento, Allende se dirigió al Salón Independencia, situado en el segundo piso, y cerró la puerta. "Una vez en su interior, se sienta en un sofá, coloca el fusil (un AK-47) que portaba entre sus piernas y apoyándolo en su mentón, lo acciona, falleciendo en forma instantánea producto del disparo recibido".