El papa Francisco ha condenado el aborto por considerarlo una muestra de “la cultura del desecho" que se libra de la comida igual que de la gente, una mentalidad que -asegura- representa una amenaza para la paz mundial.
Francisco también pidió un mayor respeto para los migrantes y criticó la persecución a la que se ven sometidos los católicos en Asia, África y Oriente Medio en su análisis sobre las crisis mundiales presentado a los diplomáticos acreditados ante la Santa Sede.