Este fin de semana los comerciales de las principales ciudades de Brasil, incluyendo Río de Janeiro y São Paulo, no han abrieron sus puertas por temor a las invasiones de jóvenes que se citan a través de la redes, para manifestarse de una forma bastante peculiar en contra de la discriminación, según reporta el portal informativo Uno.
Los jueces de Río de Janeiro y São Paulo prohibieron oficialmente estas reuniones conocidas como “rolezinhos”, por cuestiones de seguridad al considerarse que "los centros comerciales no son lugares adecuados para celebrar manifestaciones".