Este jueves se cumplen cinco años desde que la CIA asestara su primer golpe mediante un avión no tripulado contra un poblado en la región tribal de Pakistán. En aquel ataque, que coincidió con la tercera jornada de la presidencia de Barack Obama, murieron nueve civiles, pertenecientes en su mayoría a una misma familia.
En el tiempo transcurrido desde aquel día más de 2.400 personas han muerto como consecuencia de los ataques con 'drones' de EE.UU. en territorios de Pakistán, Afganistán, Yemen y Somalia, según informa el Buró de Periodismo Investigativo. Al menos 273 de estas víctimas fatales resultaron civiles y muchos de ellos menores de edad.