La organización Personas por el Tratamiento Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés), mató a 1.792 gatos y perros callejeros en su refugio para animales de Norfolk, Virginia (EE.UU.) el año pasado. La PETA defiende su trabajo, diciendo que "la eutanasia es a veces la mejor opción para los animales".
Las cifras provienen del Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor de Virginia (VDACS, por sus siglas en inglés), que exige que los registros sobre los animales que la organización acoge y el destino de los mismos sean anualmente revisados. Según estos registros, desde 1998, 31.190 animales han muerto a manos de la PETA.