Lo que se inició como una marcha pacífica derivó en disturbios cuando los manifestantes se acercaron al palacio presidencial y los policías se vieron obligados a usar balas de goma y gas lacrimógeno, escribe AFP.
La marcha ha sido el último suceso en el historial de protestas que sacuden Brasil, que se está preparando para recibir el Mundial de Fútbol este verano.