Este miércoles tuvo lugar el primer encuentro de alto nivel en 7 años, que no aportó resultados. Mientras Seúl, entre otras cosas, aspiraba a abordar las reuniones familiares, Pionyang demandó que Corea del Sur no realice ejercicios militares anuales, amenazando con suspender las discusiones sobre las reuniones si Seúl no los detiene.