Le han puesto el nombre de 'Drosophila machalilla', que hace referencia a una cultura precolombina que poblaba la región donde la mosca ha sido hallada y de donde es endémica. La mosca habita en cactus columnares y tiene alta tolerancia a alcaloides tóxicos para otras especies, por eso los científicos van a usarla ampliamente en sus investigaciones genéticas y biomédicas.